¿Qué es?
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno mental el cual se puede encontrar tanto en adultos como en niños y jóvenes. Este representa una combinación de problemas persistentes como dificultad para prestar atención, hiperactividad y conductas impulsivas.
¿Que puede generar?
En adultos, este trastorno puede llevar a relaciones inestables, mal desempeño en el trabajo o en la escuela, baja autoestima y otros problemas.
¿Cómo se presenta y detecta?
El TDAH es una enfermedad frecuentemente sufrida por adultos, pero generalmente comienza a gestarse desde la infancia. Raramente, por más que los síntomas aparezcan con mayor fuerza en la niñez, el trastorno es detectado en la adultez. Esto se da debido a que, en los niños, suele confundirse los síntomas con el comportamiento normal de uno de ellos. Este es otro gran problema de la enfermedad, el hecho de que muchas veces se asocia sus comportamientos con simples momentos de ansiedad cuando la otra persona realmente está sufriendo un trastorno mental y todas las consecuencias que este trae.
Las etapas del crecimiento y el TDAH:
ETAPA PRE-ESCOLAR: Suelen ser inquietos e impulsivos, no respetan normas y reglas y presentan conductas desafiantes. La conducta hiperactiva e impulsiva se mantiene e incrementa a partir de los 4 años siendo principalmente el motivo inicial de la consulta a un profesional. En ciertas ocasiones pueden presentar alteraciones en el sueño y el lenguaje.
ETAPA ESCOLAR: Las dificultades conductuales y en el aprendizaje evidencian el trastorno y presentan también dificultades sociales y baja autoestima. En esta edad no suelen ser bienvenidos por sus pares y en muchos casos son apartados.
ADOLESCENCIA: Es una etapa de continuidad de algunos síntomas y cambios en otros. Se suman las características propias de la adolescencia, las cuáles se ven potenciadas: conductas impulsivas, desorganización en el manejo del tiempo y dificultades en los vínculos con los padres. Los niveles de conocimientos académicos suelen encontrarse por debajo de lo esperado en cálculo, lectura o escritura como consecuencia de la falta de tratamiento por los síntomas primarios. Aquí es donde la hiperactividad motriz comienza a cambiar por impaciencia e hiperactividad en el pensamiento. Pueden mostrar tristeza, baja autoestima y desconfianza, lo que suele dificultar el vínculo con sus pares.
ADULTEZ: Debido a la falta de continuidad en los tratamientos, gran parte de la población con TDAH continúa con algunos de los problemas que tenían cuando eran niños y adolescentes. Un porcentaje muy bajo de las personas con TDAH, entre un 10 y un 20%, llegan libres a la edad adulta de síntomas significativos del trastorno.